11.12.14

Y con esto y un bizcocho...



Hay personas a las que no les gusta despedirse. Hacen mutis por el foro, se dan la vuelta cuando creen que nadie les ve y desaparecen. O dejan languidecer lo que estaban haciendo (tener una relación, una amistad, un trabajo o un blog) hasta que todo el mundo se da cuenta de que no van a volver.

No creo ser de esas. Hay despedidas tristes, otras duras, y otras que se producen porque la esperanza y los nuevos proyectos hacen que tengamos que mirar hacia otro lado de momento. Este es afortunadamente mi caso. Gracias a todos los locos que se han acercado alguna vez a leer mis payasadas. Mil gracias a los que además se han reído. Y millones de gracias a los que además de eso, decidieron hacer acto de presencia con un comentario. He sido muy feliz aquí. He disfrutado de lo lindo. Me he desahogado a gusto y he pasado a formar parte de una red de personas deliciosas a las que espero no dejar de visitar en sus rincones del ciberespacio. Pero esto es un adiós.

Ya cumplí cuarenta. Todavía están recién estrenados, no tengo experiencia como cuarentona para abrir un blog pero tengo muchas ganas de ver qué me depara esta década. De momento me gusto mucho todavía, y como soy una optimista irredenta, creo que lo que pierda en tersura lo voy a ganar en elegancia. Estooo... ¿Las motos, las chupas de cuero y coquetear son cosas elegantes? Porque si no, me quedo como estoy, que a estas alturas una ya se ha encontrado a si misma y no quiero perderme…

Creo que será una buena década. Mis planes son: ver crecer a mis dos cachorros, seguir comiéndome al pedazo de Hombre que es mi fuente de salud todo lo que pueda, y currar en lo que me gusta como si todavía tuviera todo por aprender. Bueno, eso y seguir tomando cervecitas con las amigas cada vez que nuestras apretadas agendas de madres trabajadoras nos lo permitan. ¡¡Porras!! No me va a quedar tiempo para amancebarme con ninguno de los jacos poderosos que han frecuentado las entradas de este blog a lo largo de los años. Maldición! Tendré que tomar vitaminas!!!!

18.9.14

Panteras de otros tiempos

Un poco de historia para esos jovenzuelos que creen que el colmo del sex appeal es Justin Beaver poniendo morritos. Ya hemos hablado por aquí largo y tendido de lo que es un pantera y estamos de acuerdo en que no es porque sea guapo, no es (de hecho nada más lejos) porque tenga pasta, no es porque esté macizo que te mueres...Un pantera es aquel hombre con algo animal indefinible que hace que cuando te mira a los ojos te tiemblen las piernas y te sientas como caperucita agarrada a la cestita como si no hubiera un mañana con el aliento del lobo a escasos centímetros.

Pues bien. Panteras los ha habido en todas las épocas, y vamos a mostrar unos cuantos a continuación de mi lista particular. Sí, a priori provocan carcajada por su aspecto, pero es cuestión de modas. Si conseguimos abstraernos de esos pantalones tan ajustados que hasta se puede detectar si están circuncidados...Encontraréis al pantera que hay debajo.

Rodolfo Valentino. Un día, estábamos una prima y yo, adolescentes perdidas, intentando escandalizar a mi abuela hablándole de lo bueno que estaba Brad Pitt, y ella, que de joven nos debía de haber dado mil vueltas en cuanto a encanto, nos dijo con un brillo de juventud en la mirada: Valentino, ese SÍ era un hombre...
Era gay, muy gay, y muy buen actor también sería, porque mirad lo pasada de moda que está la actriz, pero él...Si un hombre, por muy gay que sea, te mira a los ojos con esa intensidad, lo mínimo que puedes hacer es desembragar en su beneficio.



 

Barry Gibb. No hace falta que os diga cual de los tres hermanos es. Estamos en los 70, entendedlo, y ese look era lo más entonces. Al margen de eso, esa forma de moverse, ese pelazo de protagonista de novela rosa, ese pecho peludo y varonil...Lo convierte en polveable hasta cantando en falsete.

Sean Connery poniendo cara de "sé lo que quieres que te haga". Lo más. Ya les gustaría a Russell Crowe y compañía estar a su altura.



 

Tom Jones. Que sí, no me tiréis los trastos a la cabeza antes de ver el vídeo. Ese galés enorme, de espalda 4 veces más ancha que su cintura, con esa voz ronca cantándote lo que sea. No en vano lo llaman el tigre de Gales. Y el vídeo mola mucho, menuda pareja de lobos. Rihanna, por mucho que te tatues y poses en bolas, jamás le llegarás a la suela de los zapatos a esta señora. JAMÁS.


Y por último, Harrison Ford. Han Solo, Indiana Jones. El puto amo. Era aún más sexy porque no se las daba de. Le da igual que bebas los vientos por él o no. No te necesita, pero como te cruces en su camino cuando tenag el día tonto...Te pega el polvo de tu vida, te regala una sonrisa torcida, y se larga a recorrer mundo sin tí. El muy XF#|!!&%Ñ:!!!

31.8.14

Juventud, divino tesoro



Estoo, ¿tu papá tiene tus mismos ojos, nene?

Este verano he caído en la cuenta de un asunto espinoso del que a partir de ahora ya no voy a poder desembarazarme. Hay por el mundo repartidos tíos buenos que podrían ser mis hijos. Horror. Concretamente he caído en el espinoso asunto en la playa, mirando discretamente a algún jaco imponente que se acercaba despacio por la orilla con un montón de bultos acabados en “ales” incorporados a su persona, y cuando llega hasta la altura en que esta que suscribe controla a los paseantes con un ojazo mientras con el otro controla a un par de cachorros humanos incontrolables (dioss, la peque es tan adorable como bicho) descubre que es un chiquillo imberbe que aún no puede ni llevar una 500. Bajón.
No sé si me pasará a mi sola o si mis queridas congéneres observadoras de maromos poderosos también sienten lo mismo. Ya no me ponen los jovencitos. He pasado la barrera. El otro día, con las revistas llenas de fotos del protagonista (ojazos, Niño) de la última peli de Daniel Monzón, no se me ocurría mas que pensar; nene, preséntame a tu padre si es que has heredado de él ese porte de Paul Newman que te gastas. Que sí, que muy guapos, muy prietos y muy abdominaleros, pero ¿De qué me sirve a mi un universitario? ¿Qué hago con él? ¿Enseñarle a ser un Hombre en la cama, a no vomitar en público y a que me deje en paz los domingos por la tarde? Uff, qué pereza…Que no, chaval!! No quiero agregarte a mi Facebook, que no tengo Facebook, que Facebook ya está pasado de moda?? Lo ves como soy de otra generación, culitoprieto??? Nada, nada, vete a por alguna cangrejita de estómago plano y sujetador con relleno, que yo ya no tengo ni lo uno ni lo otro por obra y gracia de que soy una Mujer.
A mi ya me va más esto...
Sí hay una cosa que tengo en cuenta desde hace unos años. Yo que soy piropeitor de nacimiento, me cuido muy mucho de lanzar flores a un tío más de 5 años menor que yo, así, cara a cara. Me da vergüenza que piense: Señora, ¡contrólese!, que ya no tiene edad. Igual todavía no, porque a día de hoy una sigue al pie del cañón, pero es cuestión de tiempo que me convierta en una señora y lo que tengo muy claro cuando llegue ese día es que no quiero Anaobregonizarme, me parece ridículo intentar tener 25 años siempre.

Aquí hay una diferencia muy clara entre ellos y nosotras (Anasobragones aparte). Aviso a navegantes: VOY A GENERALIZAAAAAR, graciaaaas. En general nuestra horquilla de maromos polveables suele crecer con nosotras, ejemplo: a los 25 mi ratio eran chavales de 20 a 30. A los 30, de 25 a 35, y ahora…ahora digamos que no acepto a menores de 35 en mis anhelos carnales, y mayores de 45 sólo hago una excepción con Viggo Mortensen, pero sé que esto irá cambiando con el tiempo y dentro de una década adoraré a esos aventureros curtidos en mil batallas con los ojos surcados de arrugas y el pelo más escaso de lo que quisieran admitir, cortado al cepillo cual viejo coronel mucho más que al bicharraco que esté haciendo de Batman en ese momento. Sin embargo, tengo comprobado que ellos en general, tienen una horquilla mucho más amplia que la nuestra, pero siempre por debajo. A los 25 les gustan las de 18 a 25. A los 30, las de 18 a 30, a los 35 las de 18 a 30, a los 40 las de 18 a 35, a los 45 las de 18 a 35, a los 50 las de 18 a 35…Y así hasta que se mueren de viejos mirando en la playa camuflados bajo la sombrilla a las chavalas en biquini….de 18 a 35.Pues nada, chicos, los que ven la vida en plan juventud divino tesoro, que lo disfruten, yo me quedo con los que piensan que la veteranía es un grado, que haberlos, haylos ;)

Ay, Dioss, que me hago mayooooor!!! ¿Pero cuándo ha pasado? Nada, que me voy al Cortinglés a comprarme una faja y una crema reafirmante, porque una cosa es que haya desterrado definitivamente a los jovencitos de mi vida y otra muy distinta dejar de llevar minifalda.



17.8.14

Contra el calor, el amooooor

De la serie que me tiene enganchadísima este verano. Nashville. Un culebronaco al que sólo le falta un cura, pero es buenísima, la música es increible y hay como mínimo un par de tíos a los que cantarles esta canción al oído mientras se quitan muy despacio el sombrero de cowboy.
Felices calores veraniegos!!

18.7.14

Malditos selfies de mierda


Como cambian los tiempos, Venancio, qué te parece. Antes la gente iba a los sitios para vivir experiencias y ahora van para que otros vean que las han vivido, aunque esto implique perdérselas ellos. Ya no es suficiente con los 15 minutos de fama que cada cual según el dicho va a obtener a lo largo de su vida, (yo también salí por la tele de jovencita, de florero en un par de programas de la televisión autonómica, para sacarme unas pelas) ahora todos quieren que se hable de ellos todo el tiempo. Y si esto ya resulta cargante en los famosos de verdad (cansina la petarda de Myley Cyrus y sus selfies sacando la lengua cual caniche agotado) no digamos en los españolitos de a pie.
Ingenua de mi, yo creía que esta moda de fotografiarse en TODAS partes haciendo CUALQUIER cosa y automáticamente subirlo a la red para que todos tus followers vean lo superchachiguay que es tu vida y se mueran de envidia, era cosa de adolescentes y adolescentas llenos de granos y faltos de sexo, pero no, NO, NOOOOO, la semana pasada comprobé que la moda afecta a personas de todo pelaje y condición.
Concierto de Loquillo. Sí, Loquillo, el del Cadillac solitario, el “Feo, Fuerte y Formal”, el Crack del tupé y la frente alta, el que va de negro y le preguntas el porqué. Me encanta, me chifla, me parece el más grande desde la primera vez que lo ví, altísimo y arrogante, cantando que iba a ser una rock’roll star. Pues eso, la semana pasada volví a verlo en directo. 2 horas de concierto, el aniversario del Ritmo del Garaje, hasta 5 guitarras se juntaron en el escenario tocando como salvajes mientras Él nos miraba a sus rendidos fans desde las alturas, impecable de traje agarrando el pie de micro como sólo él sabe hacerlo, y yo me desgañitaba desde la segunda fila, de negro riguroso, con el “no vine aquí para hacer amigos, pero sabes que siempre puedes contar conmigo. Dicen de mi que soy un tanto animal, pero en el fondo soy un sentimental” ¡Poeta, coño!!!
A lo que íbamos, que me pongo a hablar de mi Rocker favorito y se me va la olla. A lo que voy es a que apostaría mi colección de figuras de plomo del Señor de los Anillos a que fui la única en todo el concierto que no llevaba móvil encima. Sobre mi cabeza, cientos de teléfonos inmortalizando el momento, to-do-el-ra-to. Peña que en lugar de saltar y cantar y bailar, sostenía muy quieta el Iphone mientras grababa el audio de la canción. ¿No te la puedes descargar en Itunes o algo? Pero lo más sangrante era tener a Loquillo a 3 metros de ti, y tú, animal de bellota, en lugar de flipar, te das la vuelta, le das la espalda al tipo por el que has pagado 30 euracos para ver en directo, ¡¡Y te haces un selfie!! Mecagüenlaputa!!! ¿En serio???? A eso fue a lo que se dedicaron un grupo de tías que tenía al lado, ¡¡a hacerse fotos y subirlas!! A mangonear por el móvil mientras Loquillo cantaba delante de sus narices Cruzando el paraíso. Y ninguna cumplía los 40 ya!! Pero lo más fuen cuando va y me dicen que les haga una foto. ¡¡¡¿Peroquediceeees???!!! Les chillé que ni de coña, joder! Que estaba viendo en directo a Loquillo, leches!!.
Y no las maté porque yo SÍ quería ver, escuchar, vivir el momento dándome cuenta de que los viejos rockeros nunca mueren, de que me hago mayor, de que era la primera vez que veía al Loco con mi Hombre….De que necesitaba esa noche más de lo que creía.

25.6.14

Discreción, caballeros, ante todo discreción.


A mi la legión!!, pero con disimulo...

Una vez, un colega de trabajo, tras haber ingerido abundante cantidad de bebida espirituosa, en un viaje nosedonde, me contó una anécdota de índole sexual que le había acontecido.

Él y dos compañeros más (él y otro casados y con retoños, el tercero no lo sé) encontrábanse en un viaje comercial en un país de Europa del este que no diré cual es pero es grande que te cagas. Acababan de firmar un negocio importante, y el cliente, adinerado y tradicional en sus costumbres, les envió esa noche al hotel, para celebrarlo y sin coste alguno, a 5 señoritas de vida disipada con el fin de alegrarles la velada a los aguerridos muchachos que andaban tan lejos del calor de sus legítimas.
Mi compañero decía que claro, ellos eran 3 y las señoritas 5. ¿Será que el cliente no sabía contar, o peor aún, que uno de ellos había de ser monógamo esa noche? Así que, como buenos camaradas llegaron a un acuerdo. Todos juntos en la misma suite y que las damas fueran “rulando” como se dice vulgarmente.

No seré yo la que les juzgue por el hecho en sí de refocilarse con una (o varias) señoritas sin conocimiento y consentimiento de su parienta allende los Urales. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra etc, etc. Y además, me importa un pimiento lo que cada uno haga con su vida sexual mientras que la otra parte se deje voluntariamente.
He aquí la cuestión número 1. ¡¡Me importa un pe-pi-no!! ¿Porqué coño me lo cuenta?? ¿A mí que me importa que comparta polvo con el tarado de M…y nosequien más??? ¿Qué se cree, que me va a poner cachonda o algo?? ¿Qué esperaba, unas palmaditas en la espalda y el título de Campeón de orgías con putas y calvos barrigones?
Y he aquí la cuestión número 2. ¿Infidelidad matrimonial en grupo? ¿Así nos callamos todos porque todos sabemos lo que ha hecho el vecino? ¿Si tu hablas yo hablo? O será que iban a hacer carreras o algo…Vamos, a mi lo último que se me ocurriría en caso de ser infiel a mi pareja es hacerlo en grupo con otros que le conocen y encima contarlo a terceros. Eso es de principiantes o de gilipollas. O de desesperados porque su mujer es una sepia asexual, que todo puede ser, pero bueno, con ese marido no me extraña…

Yo misma he de confesar que en mis tiempos mozos simultaneé durante casi un año a dos novios. Un malagueño guapo de morirse, rubio y con unos ojazos verdes que tiraban de espaldas, canalla como él solo, y un valenciano moreno de ojos negros que era un cacho de pan. Al final acabé con la historia porque venía un tercero y ya era demasiado jaleo, además, el malagueño se volvía a su tierra y paso de los amores a distancia, pero el tiempo que duró la cosa, fue de lo más estimulante. Y ninguno de los dos se enteró de nada. Tenía muy claro que ninguno iba a ser el hombre de mi vida, pero tampoco hacía falta humillarlos…Discreción. En el vestir y en el amar, siempre discreción.

9.6.14

10 pequeños gestos que me congelan



Que enseñen los dedos de los pies. Si vas a nadar, vale, pero si vas por la calle, a la oficina o al supermercado, nene, ¡los dedos te los quedas dentro de las bambas! Cosa más fea que unos pies de hombre no hay, a fe mía que no la hay.

El pelo sucio. Vale que eres moderno, o heavy, o punkarra o lo que te de la gana, pero el pelo se lleva limpio. Y si lo tienes graso, más aún, y si lo tienes escaso, más aún, y si lo tienes largo, más y más aún. No puedo con la peña que no se lava el pelo, me dan mucha grima. Que hoy no me toca…Yo si que no te voy a tocar, colega, ¡ni con un palo!!

Los pelos espalderos. Ese aguerrido caballero al que le asoma la pelambrera del pechamen…hasta por la nuca. Sé que no es culpa suya, es genético…Sí, igual que nuestra celulitis, qué se le va a hacer, pero a mi me baja la líbido hasta el subsuelo ver una espalda peluda. Y si encima el pobre está calvo, ya me da penita y todo, vaya mala suerte…

Los tíos encogidos. Esos que andan por la vida como ratoncitos, pidiendo perdón por existir, hablando para el cuello de su camisa…Y haciéndose los remolones calladitos desde la última fila todo acaban consiguiendo las cosas a rebufo del trabajo de otros. No les pillo el truco. No sé si son patológicamente tímidos o tienen un morro que se lo pisan. En cualquier caso no me gustan nada. Conozco a uno que tiene una hija, y creo que sólo tiene una porque nunca más recordó el camino que debía seguir para meterla. Joder qué cruz de hombre!!!

Que dejen los objetos personales encima de la mesa para vacilarte de pasta. Te tomas unas cañas con uno y te suelta sobre la mesa del bar el Iphone 27, las llaves del Audi y la cartera de piel de bicho en peligro de extinción. Es para que no le haga bulto en los bolsillos del vaqueo Ralph Lauren. Puaaaaaj, que vomito.

El hurgamiento de nariz en los semáforos. ¡¡Que te veo!!! Que si yendo en coche te veo, yendo en moto, a medio metro de tu ventanilla bajada por la que oigo a todo trapo el carrusel deportivo, el espectáculo es dantesco!!! Con esos dedazos llenos de pelos excavando cual taladradoras en unos orificios nasales más llenos de pelos todavía, que cuando sacan el dedo y se enfrascan en convertir el alien en una esfera perfecta y proyectable me dan ganas de chillarle: ¡¡no lo tires en esta dirección, que soy madre de familiaaaaaaaa!!!

Hace unos años estuve en una reunión de trabajo con mi jefe. Cuando entramos, me presentaron a los tres señores con los que íbamos a tratar. Yo, muy profesional y educada, les tendí la mano, y los tres, me la estiraron para acercarme a ellos y darme dos besos. Como 5 minutos después llegaron los arquitectos. Un hombre y dos chicas más o menos de mi edad y bastante feas, a las que los tres señores dieron la mano delante de mis narices con toda su cara cuando se las presentaron. Ese tipo de gestos me dio arcadas entonces y hoy me las sigue dando.

Los que se ponen pulpos cuando se emborrachan. Sobre todo los que son todo correción y distancia cuando van sobrios. Un gesto tan simple como tomarte de la cintura cambia como del cielo a la tierra después de media docena de cubatas. Y no me gustan los cubatas.

Esa forma de sentarse tan masculina como si tu polla fuera la más grande del mundo y te impidiera cerrar las piernas ni siquiera un poco. Desparrame total en la silla de la terraza del bar, aireamiento extremo de genitales, piernacas intimidando a tus compañeros de mesa en plan Aquí estoy yo y mis huevos, y si nos os gusta, os marcháis. Ufff, no le caerá una maceta del balcón de arriba....

Yo no soy precisamente la más fina del planeta, pero si en cada frase que me digas has de incluir la palabra puta...No esperes incluir mi teléfono en tu chorbagenda de putitas, gañán.

20.5.14

El polvo culpable



Hay un programa en Discovery Max que se llama Fast n’Loud. Para aquellos que no lo conozcan, es una especie de reality y sigue las peripecias de un taller mecánico de Texas llamado Gas Monkey que se dedica principalmente a comprar coches clásicos, restaurarlos y venderlos.
Yo lo veo siempre que puedo. Salen coches alucinantes, me río mucho porque están todos como cabras, y…El dueño del taller es mi polvo culpable.

Richard Rawlings. Es un señor de la América profunda, apasionado del dinero, los tatuajes, la cerveza y sobre todo los coches. Es un garrulo de campeonato que siempre está pasándose la mano por el tupé para ver si la gomina sigue en el sitio. Su mantra es ganar dinero, tiene una barriguita incipiente y no sé de qué podríamos hablar cuando agotemos el tema: Richard, cuéntame todo lo que sepas de los Fords Mustang de entre 1967 y 1973. Todos sus colegas son border line (excepto quizás el de la barba a lo ZZ-Top, ese parece un poco más centrado) y hasta la Harley que lleva es demasiado límite. Tiene pinta de ser un paleto de cuidado.


Peeeeeeeero, excepto el cerebro, el resto de partes de mi cuerpo opinan que tiene una actitud que me pone muuuuy berraca.

Ese pelazo que es un escándalo, la perilla, la manera de llevar las gafas de sol, su forma de conducir, de andar, de chulear a todo el mundo. Esos brazos llenos de tatus, los anillacos de calaveras, la cadena colgando de los vaqueros, la sonrisa torcida, la pose…Sí, sí, un carro clásico y macarra es espectacular, pero si me recoge haciendo auto stop en una carretera solitaria un canalla como este en uno de esos, yo no necesito que me lleve a un hotel, con el asiento trasero del Shelby me apaño, y eso que mi elasticidad ya no es la misma.

Espera, Richard, no, casi mejor nos vamos a un motel de esos de Texas en los que hasta las camas de niño son king size y nos aliviamos allí, que me da que tú tampoco tienes edad para contorsionismos y esto es un polvo culpable, así que no quiero acabar en urgencias por culpa de tu lumbago . Eso sí, cuando me tires con una de esas manazas sobre la cama para darme lo mío y lo de mi prima, deja el Mustang en la puerta, porfa, que lo vea yo desde la ventana, y no te me quites para ejecutar el asunto ni las gafas de sol, que me desmontas el mito y una es fetichista para según qué cosas.
Y cuando el sol se levante, un “nos vemos nena” y te me piras andando despacio hasta el coche para desaparecer de mi vida sin que nadie se entere de que he mancillado mi caché de jacos perfectos con un paleto de la América profunda que no sé a santo de qué hace que me tiemblen las piernas casa vez que toca el cambio de marchas de su joya de cuatro ruedas.

27.4.14

El curioso mundo de la bisexualidad



Viernes noche. 8 hombres, 2 mujeres, nadie pareja de nadie. Han vuelto a mi vida las cenas de colegas de curro. Una enorme mesa redonda llena de comida. La cerveza corría rauda desde hacía más de una hora. Muchas risas y colegueo. Buen rollo, la verdad. Y como pasa siempre, la conversa sube de tono poco a poco y acabamos hablando de sexo. Tema 1: fetichismos varios. Al final resulta que todo el mundo tiene uno (por favor, si son tan amables los lectores, dejen al final un comentario compartiendo el suyo, y así ampliamos horizontes) Lo dicho. A uno le chiflan las ejecutivas estiradas con traje de chaqueta. Otro no puede ir al hospital ni de visita porque las enfer
meras y doctoras le ponen malo. Otro se siente culpable porque no puede dejar de mirar a las colegialas de minifalda tableada, esas a las que les queda muy estrecho y corto el uniforme pero sus padres no les compran otro porque total les queda este curso nada más en el colegio…Por supuesto, yo compartí mi pasión por los policías nacionales, a ser posible, de la UIP, y la otra colega, casada y con hijos, muy guapa y liberal ella, me mira a los ojos y suelta con toda naturalidad: A mi me gustan de vez en cuando las mujeres. Por ejemplo, a ti te besaría ahora mismo.

El tío de su derecha se atragantó, el de su izquierda soltó un ¡no digas eso que me pongo maloooo!! Y todos empezaron a jalearnos, a pedir el beso y a aporrear la mesa cual vikingos. Yo por mi parte, le sostuve la mirada un par de segundos, le sonreí y supongo que me sonrojé, porque ella paró el tema con un condescendiente: dejadlo estar, que a ella no le va este rollo…

El resto de la cena continuó sin incidentes. Luego seguimos cerveceando en un garito y al final recalamos en una discoteca cercana en la que todo eran modernos con gafas de pasta que bailaban emocionados canciones de Michael Jackson de los 70 y cosas por el estilo. Yo hubiera preferido un local algo menos limpio y con más guitarras eléctricas, pero bueno, dada la frecuencia de mis desmadres nocturnos de un tiempo a esta parte, el mero hecho de no ver niños alrededor me bastaba. Muy buen rollo, bailamos mucho, charlamos, nos reímos y el tema no volvió a salir ni de refilón.

Y al día siguiente, tras superar la resaca, me vino el momento reflexión. Me descolocó mogollón el comentario. ¿Quedé como una pardilla por no hacerme la bisexual yo también? Chica, es que no lo soy…Pero en el fondo creo que me aturullé no por lo que dijo, sino por cuándo lo dijo. La verdad es que nunca me he cruzado con una mujer que me haya inspirado instintos carnales, así frente a frente, pero creo que si me la encontrara, no se lo diría delante de una horda de maromos medio bebidos…Del mismo modo que si me apeteciera besar a uno de ellos tampoco se lo diría en público. Igual ni se lo diría. Cuando estuviéramos en el local más oscuro y abarrotado posible, esperaría a que fuera solo a pedir a la barra, le seguiría discretamente y allí, mientras una mano recorre lentamente su espalda de arriba abajo, sin la más mínima intención de detenerse cuando esta acabe, le haría saber mis pretensiones susurrándole al oído, al tiempo que procuro pegar a su cuerpazo la mayor parte posible del mío. Y que Dios reparta suerte.

Supongo que quedé como una mojigata o algo por el estilo por no entrar al juego, pero permítanme justificarme con el hecho de que siempre he sido mujer de acción. Una cosa es que diga en este foro lo que le haría a Daniel Craig si lo pillara por banda, pero en la vida real, sé que si miro a los ojos a alguien y le digo con actitud provocativa: Te besaría ahora mismo, es porque ya me tiene a escasos centímetros de su boca, la situación está a huevo, y el sujeto de mis anhelos sólo se librará del bocao si me aparta, pero no para poner cachondos a los que tengo alrededor y a otra cosa, mariposa. Que me consta, por el par de centímetros que se elevó la mesa después del susodicho comentario, que lo hizo, ¿hicimos?

P.D. Vaya, es la primera cena de empresa a la que voy y me tira los tejos una compañera, aunque sea de farol.

21.4.14

Nota de agradecimiento

Querida Babilonia,
No te conozco y me caes bien. No nos hemos visto nunca, tienes pinta de tener como 10 años menos que yo, nos movemos en mundos distintos, pero no sé por qué, me caes muy bien y te doy las gracias por estar por aquí y dejarme formar parte de tu mundo.
Me pasa lo mismo con Torpe Man, al que adoro a través del ciberespacio desde hace muchos meses. Lo imagino mucho más guapo de lo que él mismo se cree. También me gusta lady Sparrow, misteriosa, dulce y tremendamente sensible, la recién descubierta y pizpireta Dorotea, el sabio Euclides, la Gran Pandora, la divertia y siempre acertada en sus comentarios Rita, y el desaparecido Macarronazo, inmenso aunque ya no frencuente ni mi blog ni el suyo propio.
A otros no los nombro porque también forman parte de mi vida real, y al resto de los que pululan de manera más o menos frecuente por este rincón chorra y superficial, no puedo darles las gracias de uno en uno porque no sé lo suficiente sobre ellos, pero también me encanta su compañía.

Dicho esto, la mejor profesora de español que van a encontrar nunca los adolescentes teutones, me ha dado un premio Liebster. No es el primero que recibo, pero la última vez que me lo dieron no pude cumplir con los requisitos, así que pido disculpas a la amable seguidora a la que no traté como debía.

Esta vez voy a contestar al menos a las preguntas que propone Babilonia, para tenerla entretenida un rato al menos y que deje de pensar en lo que le haría al Pantera si este tuviera 5 años más y no fuera su alumno ;)

1. Todos empezamos nuestro blog por distintas razones. Pero… ¿por qué continúas con él?
Porque todavía me siento identificada con el propósito del mismo. Tomar una cervecita con amigas mientras hablamos de lo primero que nos viene a la cabeza para reirnos un rato y desconectar del curro y los pañales.

2. ¿Por qué razón dejarías de escribir tu blog?
Porque uno de los tíos buenos a los que he dedicado posts me secuestren para llevarme a una isla desierta sin conexión a internet. Uno o dos. Con más de dos ya me aturullo, pero con dos a la vez me apaño.

3. ¿Cuál es tu truco para aguantar bien el día?
Reirme mucho. Y mirarle el culo al camarero del bar que me sirve el café por las mañanas. Ummmm...

4. ¿Qué tres cosas te llevarías a una isla desierta?
Je,je, Las dos cosas del punto 2 y un montón de crema depilatoria. Ya que ellos se lo curran, al menos que yo esté ideal...

5. ¿Qué libro de tu infancia crees que te ha marcado más?
A esta no puedo contestar gilipolleces, que para mí la lectura es un asunto muy serio. La Historia Interminable. Me abrió con 9 años las puertas de la Literatura Fantástica y todavía no las he cerrado, a mis taitantos...

6. ¿A qué personaje histórico te gustaría conocer?
A unos cuantos pintores de siglos pasados. ¿Brad Pitt se considera ya personaje histórico?

7. Si pudieras ser un animal, ¿cuál elegirías?
Un dragón plateado. Toma frikada para los fans de Dragonlance ;)

8. ¿Escribes fuera de tu blog?
Solo en las puertas de los baños.

9. Si pudieras tener algún superpoder, ¿cuál elegirías?
Superseducción, para ligarme al superhéroe que me apeteciera cuando y donde me apeteciera. Esas mallas iban a durarte puestas segundos, Henry Cavill. Grrrr....

10. ¿Cuál es tu juego favorito? (De mesa, videojuego, de ordenador, de patio del recreo, me da igual)
Jugar al escondite con mis hijos. Siempre me escondo en los mismos sitios, y me parto al ver la cara de desesperación del mayor porque soy una sosa sin imaginación (si él supiera, je,je) y la de flipada de la pequeña porque ¡me ha encontrado!

11. ¿Qué lugar del mundo necesitas conocer imperiosamente antes de morir?
Nueva Zelanda. Yo no me muero sin ir a La Tierra Media, aunque sea de cartón piedra.

Y no nomino a nadie, porque sois los mismos a los que he nombrado arriba, y ya sabéis que por mi, os merecéis un premio todos.


31.3.14

10 pequeñas cosas que me derriten



Que se despidan con un guiño.
Mira que es sencilla la cosa, pero que un tío pase por mi lado y en lugar de decirme adiós, me guiñe un ojo con gracia, me sigue sonrojando como a una quinceañera. Aunque sea feo. Si guiña el ojo con gracia, me derrite.

Intuir el principio o el final de un tatuaje que asoma de pronto bajo una prenda de ropa. Esto me lo pegó el canalla de George Clooney en Abierto hasta el amanecer con eso que le asomaba por el cuello de la camiseta. Desde entonces, cuando un movimiento no premeditado del sujeto deja a la vista unas líneas hasta el momento desconocidas, me derrito y paso a imaginar inmediatamente cuántos más tendrá y dónde.

Unos Levi’s 501 desgastados. Esos que fueron oscuros cuando los esternó y que ahora están desgastados no donde el diseñador diga, sino donde su dueño los ha pulido a lo largo de los años con sus idas y venidas. Esos que ya han cogido la forma de tu culo perfecto y te quedan como un guante, Hombretón!

Ese es el gesto. Lo inventó Él.
Un motorista parado en un semáforo que se lleva la mano del embrague al muslo. Como encima lleve una motaza de las que me ponen tonta, la que desembraga es una servidora. Y él ahí, con el casco puesto y la mirada al frente, sin enterarse de na.

Otra de motos. Ver a un tío chafardeando con la suya, metido en harina, llave en mano, sudado (sólo un poco, tampoco nos pasemos) y sucio de grasa (lo justo para arrancarle la ropa y llevarlo a la ducha) maldiciendo en arameo porque la bujía se ha jodido otra vez. Y volviendo al punto anterior, como encima sea una Triumph o una Harley de las viejas, dame palomitas que ya tengo sesión de tarde

El gesto de sacarse la camiseta agarrándola desde
la parte trasera del cuello. Nosotras nos la quitamos desde abajo. Cruzamos los brazos hasta la cadera opuesta y la elevamos volviéndola del revés. Ellos levantan los brazacos, la cogen del cuello y estiran hacia arriba y van apareciendo los abdominales de dos en dos despaciiiito. Así se ahorran por un lado el volverla del derecho, y por otro, los preliminares conmigo.

Raylan, me pones mucho, quelosepas.
Este es muy garrulo, lo reconozco, pero si eres de la zona y sabes llevarlo, es lo más. Me derriten los tíos con sombrero stetson (el vaquero de toda la vida, vamos) Para gustos los colores, y a mi me derrite el gesto de tocarse el ala del sobrero para saludar a una señora….antes de enseñarle la placa de Marshal y llevársela esposada. Ay, Raylan Givens, cuanto has hecho por mejorar más de una noche de soledad de esta que suscribe…

Beber cerveza directamente del botellín cogiéndola por el cuello. Las jarras son para alemanes rechonchos. Los hombres beben de la botella. La cerveza, el bourbon y la leche. He dicho.

Las botas Panama Jack. Oscuras, altas y un poco gastadas. Las lleva un tío que se mueve, que se ensucia, que no suele andar por mármoles y alfombras.

Los tíos que hablan poco. Así, tal cual. Me derriten los silenciosos que en lugar de decirte que bonitos ojos tienes, te besan.

9.3.14

Esas mujeres a las que no les gustan los hombres



The Women. George Cuckor. Ni un tío en toda la película.

Seguro que todos conocéis alguna. Y no, no me refiero a las lesbianas, me refiero a esas mujeres heteros a las que no les gustan los hombres aunque estén casadas con uno.
Yo conozco a unas cuantas, y no las entiendo, no me cabe en la cabeza cómo pueden apañárselas, porque a mi me encantan, me chiflan, me pierden, me encandilan, me entusiasman los hombres.

Este tipo de mujeres suelen trabajar codo con codo con otras mujeres, rollo departamento de administración y sólo se relacionan entre ellas. Toman café ellas solas, comen en corrillo y no tienen más contacto con sus congéneres masculinos de trabajo que cuando se cruzan por las escaleras. Hay una cena de empresa y se sientan todas juntas en una mesa sólo de chicas. Van al gimnasio pero hacen pilates o yoga en una clase donde sólo hay mujeres. Dejan a los niños en el cole y se van todas juntitas a tomar café al bar de la esquina. Quedan con más parejas a cenar y se sientan todas juntas a un lado de la mesa y sus maridos en la esquina opuesta y no tienen una conversación en común en toda la noche. Y en cualquiera de las situaciones descritas anteriormente, su tema es casi siempre el mismo: o lo agobiadas que están por sus hijos, que se portan fatal y ya no saben qué hacer con ellos, o lo hartas que están de sus maridos.

No se si es la pescadilla que se muerde la cola, pero como no tratan con tíos habitualmente y les viene justito soportar al que tienen cerca, cuando están con uno, lo tratan como si fuera un crío o gilipollas, o si es guapo, como si fuera un crío gilipollas, o si está muy bueno, le entran a saco tan descaradamente en grupo como si el colega fuera un cacho de carne de ternera gallega que el pobre se va asqueado y con un par de chupetones a medio hacer.

No las entiendo. Yo tengo muy buenas amigas mujeres, me encanta hablar de trapitos y maquillaje, y cuando me pongo romántica, me gusta bailar una lenta mirando a los ojos al dador de mis orgasmos como a la que más, pero me encantan los hombres. Me han gustado siempre, y no sólo para llevármelos a la cama.

Y ahora voy a generalizar a saco basándome en los hombres a los que he querido como amigos o como amantes. Mis hombres del alma son sencillos y sinceros. Sencillos, que no tontos. Para ellos el blanco es blanco, ni roto, ni hueso, ni marfil y cuando te dicen que no les pasa nada, te puedes ir tranquilamente al cine con tus amigas que no les pasa nada y no te espera una venganza del 12 durante las próximas 6 semanas. Saben de motos, de superhéroes, de música rock…Me encanta estar con ellos cuando están a sus anchas. Me río muchísimo y me da un subidón de autoestima cuando noto que conecto con ellos, que están agusto en mi presencia y me tratan como a uno más. Son fuertes, varoniles, valientes, te tratan como a una igual pero sabes que si las cosas se ponen feas se van a partir la cara por defenderte porque eres su colega, y puede que a una novia le pongan los cuernos, pero a un colega lo seguirán hasta el infierno, porque los tíos son así.

Yo no puedo vivir lejos de ellos. Me encanta trabajar con ellos, bromear con ellos, tomar cervezas con ellos, ver en acción sus espaldas descomunales cuando las tienen, y si no las tienen, ya les encontraré algo que me guste: hoyuelos en la sonrisa, sentido del humor, un cerebro brillante, andares de gato, mirada de malo de comic. Me entiendo bien con ellos, siempre lo he hecho. Raro es el tío que me conozca y no me soporte. Raro es el tío al que yo conozca y no me guste de un modo u otro. Bueno, sí, los  que creen que el dinero todo lo puede, los trepas engominados que sólo aspiran a tener poder y un coche caro. Esos ni saben de superhéroes ni toman cerveza en garitos con desconchones en las paredes. Esos no me interesan en absoluto.

15.2.14

Disección de un pagafantas


Adivina adivinanza...¿Quien es el pagafantas?

Pues sí, nunca es tarde para aprender cosas, y yo aún no había tenido la oportunidad de ver de cerca cuáles son las cualidades masculinas que convierten a un hombre en pagafantas. Si alguna vez he convertido a alguno de mis amigos en esa clase de espécimen, juro y perjuro que no era consciente. Desde que empecé a gustar a los tíos, cuando he dejado que alguno se me acercara más de lo políticamente correcto era porque yo también tenía intenciones aviesas hacia él y si ha sido mientras yo tenía pareja, he procurado dejar claras cuanto antes las condiciones de nuestra relación para que no se llevase a engaño. Bueno, vale, en un par de ocasiones pasó que a pesar de tener pareja yo también tenía intenciones aviesas, pero diré en mi descargo que acabamos liados, así que lo suyo no fue pagafantismo!

Pero ahora he conocido a uno, y llevo unas semanas estudiándolo cual ratoncito de laboratorio en un laberinto. Así que ahí van mis conclusiones sobre el tema en tres sencillos puntos.

Punto uno. Se dice que un pagafantas es un buen tío, pero esto no es exactamente cierto. No es un capullo, pero tampoco un pedazo de pan que haría lo que fuera por ti sin pedir nada a cambio. En el fondo es egoísta, porque todo lo que te hace lo hace porque quiere sexo contigo. Todo lo que te aguanta, lo que te lleva y te trae, lo que te invita, no es porque disfruta de tu compañía o por hacerte feliz, es porque quiere meterse en tu cama, y no tiene huevos para decírtelo a la cara.

Punto dos. Un pagafantas de manual es un pesado y le da igual cómo te sientas tú mientras pueda estar cerca de tus tetas. No se da cuenta de que eso auyenta a las damas más aún que el olor corporal. Ejemplo que he visto yo con estos ojitos que se han de comer los gusanos (qué frase más bizarra) este mes, de un tío con los 30 cumplidos: al pagafantas le mola una tía que juega al tenis como él, así que la machaca durante semanas para quedar a jugar, y ella al final cede pero mejor llamamos a alguien más y jugamos dobles, que es más divertido…Primera señal clara que cualquier tío que vale la pena pillaría: no quiere quedarse a solas contigo. Pero él está encantado, ¡por fin ha logrado quedar con ella!
Ok. Ella se encarga de buscar a otra pareja para el partido, que casualmente son dos tipos más monos que el pagafantas. Ella no tiene raqueta, y se la pide a uno de los guapos (a ti, que eres el organizador NO, a otro, dato que un tío que folla gratis habitualmente notaría y tendría en cuenta pero el pagafantas ni huele) El guapo no tiene más que una y se lo comenta al pagafantas que raudo responde: ¡Yo sí tengo! Voy a llamarla y me paso por su casa a llevársela! ERROOOOR. Ella no quiere que se la prestes tú, aunque le hayas dicho una docena de veces que tienes raquetas de sobra, que puede ir a tu casa a recogerla y que la acercas al polideportivo en coche.
¿Cuál será la deriva de los acontecimientos entonces? Pues que si la única manera que tiene ella de jugar al tenis con el guapo es pasar por el aro con el pagafantas, irá a su casa, se dejará prestar la raqueta y llevar al polideportivo para pasarse después toda la tarde ignorando al pobre plasta. Y este acabará mosqueado, con lo amable y atento que ha sido con la desagradecida. Luego le digo de tomar algo los dos solos y así enderezo la situación….¡¡Tío que no aprendeeeees!!! Y esto nos lleva al punto tres.

Punto tres. Un pagafantas no sabe cuando parar, porque no tiene autoestima. Si la tuviera, se encararía con la tía y le diría: “Mira Maripili, me pones muchísimo, y quiero saber si yo a ti también porque me muero de ganas de que me dejes entrar en tu dormitorio. Te aseguro que no me vas a dejar salir de él”. Y si ella dice “no, gracias” pues a otra cosa, mariposa. Pero como no tiene huevos para hacer eso, opta por la táctica de estar pegado a ella con cualquier excusa hasta que caiga entre sus bracitos flacuchos como una manzana pocha de un árbol (iluso). O lo peor de lo peor, que intente tirarte bocao directamente en lugar de DE-CIR-TE-LO porque hay poca luz y estáis solos (aunque sea en un túnel yendo a casa en bus después del curro y no venga a cuento ni de coña). Cobra segura. Al final, lo que ocurre es que ella cada vez se siente más incómoda con su presencia, porque como el tío en realidad ni se insinúa, ni se decide a poner las cartas sobre la mesa, ella tampoco le puede decir: “tío, no tienes nada que hacer”, porque él incluso podría ofenderse. Es como el perro del hortelano pero en calamar. Porque esa es otra, no hay pagafantas atractivo, es un hecho. Suelen estar tanto por el físico como por la personalidad en la zona gris del que no es nada en concreto. Esas personas que no sabes como describir porque no hay nada en ellos que llame la atención.

Pero no se trata sólo de que sean feos, eso es una estupidez, porque tengo comprobado que SÍ hay hombres de bandera feos como orcos que se encaran con la dama que les gusta cual caballeros medievales y si se caen, lo hacen con todo el equipo, pero se levantan con dignidad. Lo hice y salió mal, pero lo hice. Esos me merecen todos los respetos. Un pagafantas, ninguno.



5.2.14

Paso de revistas



Aviso a navegantes: Este NO es un post sobre trapitos, aunque a priori lo parezca.

Josephine no se qué, modelo de Ellite NY. ¿En serio?
Siempre me ha gustado comprar revistas de moda. He pasado por Barbie tu revista, ¡qué pasa, yo también tuve 10 años! El Cosmopolitan, que la compré durante toda mi etapa de instituto y me ayudó bastante en según que cosas, ejem, y ya en la universidad empecé a aficionarme a Vogue, que para algo es la Biblia. Tengo guardados como 10 o 12 ejemplares del Vogue Colecciones, que es lo más para saber qué se va a llevar la próxima temporada y poder actualizar tu armario (puaaaj, como si pudiera comprarlo). Pues ya no. Dejé de comprarlas. Me he cansado. Ya no son para mí. Me he dado cuenta de lo absurdas que son y lo mal paridas que están. Será que me hago mayor. Y el caso es que ahora es cuando sí deberían ser para mi, porque soy su target.

No puedo con el canon estético de las modelos actuales. En los 90 las reinas de las pasarelas eran unas pedazo de jacas que tiraban de espaldas y decoraban tanto las fantasías de los tíos como las expectativas estilísticas de las catetas adolescentes que éramos. ¿Quién no ha querido tener alguna vez en pelo de Cindy Crawford, los ojos de Linda Evangelista, el culo de Naomi o la boca de Christy? O ya puestos, la cuenta corriente de cualquiera de ellas. Eran mujeres de bandera, parecían mujeres de bandera y las jovencitas queríamos ser (o al menos parecer) mujeres de bandera. Éramos capullas, lo sé, pero es un hecho que no varía con el paso del tiempo. Ellos quieren ser duros, ellas quieren ser guapas. Pues eso.

Luego llegó Kate Moss y se fastidió todo. Que viva la androginia, la delgadez enfermiza y la cara de pocos amigos. La pinta de fumada perpetua. Y ahora toca la infantilización extrema.
Resulta que para vender productos que sólo puedes aspirar a comprar si eres una ejecutiva de éxito (y eso antes de los 30 pocas lo consiguen) te camelan con una niñita de menos de 20. En las revistas de moda hace tiempo que no veo más que caritas de ángel a las que apetece dar un plato de paella después de haber lavado la cara con jabón porque ¡no tienen edad para llevar maquillaje!.
Vale que las modelos siempre han sido altas y delgadas, y ha de ser así, es lógica pura. Muestras mejor la caída de una tela si la mueven unas piernas largas y esbeltas que unas rollizas y cortas, y que no se me subleve nadie por esto, porque el error está en pensar que el producto es el modelo de mujer, cuando lo que estás vendiendo es la tela, por tanto lo que has de mostrar de forma que resaltes sus características positivas es la tela, no la mujer que la lleva, que viene a ser una estantería en movimiento.

Pero volviendo al tema de altas y delgadas, perdón, larguiruchas y escuchimizadas quería decir, ¿dónde pone que han de tener 16 años para anunciar una crema antiarrugas? ¡¡Y encima tienen los huevos de pasarlas por el Photoshop!! ¿Dónde pone que han de dar grima? ¿Se supone que tenemos que sentirnos identificadas con ellas, o lo que es peor, esforzarnos por parecernos a ellas???
¡Pero si yo era así a los en el instituto y era el centro de todas las coñas!! Es que yo era A-SÍ. A los 16 medía 1’70 y pesaba 48 kilos, con un 40 de pie y unas piernas largas y flacas como dos palillos chinos. Y no usaba sujetador porque no había apenas nada que sujetar. Me ha costado muchos años y muchas pizzas empezar a tener curvas, ¿y ahora me quieren vender la burra de la belleza total mis dobles del instituto? ¡Venga ya!!!

Y además estoy mayor. Bueno, no lo estoy, creo que estoy en la mejor etapa de mi vida. Soy lo suficientemente mayor como para que me tomen en serio y lo suficientemente joven como para no temer a las novedades, pero estoy mayor para tragarme el cuento de que mi vida mejorará si parezco la radiografía de un silbido. No me impresionan las niñas lituanas (desde hace unos años todas las modelos son de Europa del Este) con sus caritas lánguidas mostrándome los carísimos pantalones que Prada propone para esta primavera-verano. Además, es absurdo. Los Pokemon los anuncian niños, ¿por qué las niñas anuncian Loubutines? A ver: si el público objetivo de esas revistas son las mujeres de entre 30 y 50 años, que pongan a alguna modelo de más de 25, por favor, que ver tanta niña vestida de señora da repelús.

Así que paso. Ya no me gasto un duro en revistas de moda. Ya sé lo que me gusta y me favorece y me lo pongo se lleve o no. Ahora me compro revistas de cine, de motos, y por supuesto la revista Clan, esa que no falte, que tengo un seisañero en casa que se la lee de cabo a rabo.

Y de celitos nada, que también hay modelos que me gustan. Adoro a Giselle Bundchen y su nariz grande, sus ojos pequeños, sus pecas y su aspecto de acabar de venir de la playa. Y ya puestos, también quiero ser Bianca Balti. Sí, sí, la nueva chica del anuncio de David Gandy…

15.1.14

¿Dónde trabajan los guapos?



Hace poco que he empezado a currar en una oficina grande. Y este post es para contestar a la primera pregunta que me han hecho mis amigas sobre mi nuevo trabajo. Una pregunta con la que una vez más, demuestran que me quieren bien y me conocen mejor.

Tampoco es pedir tanto...
Y qué ¿Hay material o no hay material?

Somos aprox la mitad de mujeres que de hombres. Ellos son sobre 30 y nosotras unas 14, creo. Y ahora voy a dejar la falsa modestia y la corrección política en el cajón del escritorio durante el resto del post, que si no, esto va a parecer una crónica del Hola.
En el sector femenino tenemos a 2 feas, 2 madres (no porque lo sean, sino porque incluyen todos los accesorios, a saber: pelo de señora, bisutería de señora, perfume de señora, culazo de señora, zapatos de señora y actitud de señora a la que le acaban de quitar una ganga en las rebajas) y el resto (en el que también somos madres la mayoría, pero otro tipo de madres) estamos en la horquilla que va entre: “me la tiraba ya mismo” y “con dos copas en el cuerpo, me la tiraba ya mismo”.

En mi departamento somos 2 tías frente a 10 maromos, y no pude evitar sonreír para mis adentros el primer día, cuando me los presentaron. Todo el mundo muy cortés, muy profesional y educado, pero las miradas, la efusividad de las bienvenidas y la rápida puesta a mi disposición de todo lo que necesitara, eran de: ¡Yujuuuu!!! Y eso que mi compañera tiene mejor culo que yo, unos ojazos verdes que tiran de espaldas y es un encanto de tía, además de una curranta de cuidado, pero con mi llegada, tocaban a más jamelga por barba. No soy la Bellucci pero tengo mi público, je,je.

Así que estadísticamente somos un 71% de tías polveables frente a un 29% de calamares, y no pondría yo la mano en el fuego de que alguna de ellas no triunfe a última hora de la cena de empresa cuando ya está todo el pescado vendido.

Sin embargo, y esa es la razón principal del post que nos ocupa, sólo hay 4 hombres de los 30 que se podrían considerar guapos. Y no guapos de: Diosmíooo, polvotienes, polvotienes, polvotieeeeenes, jodío, que no puedo concentrarme cuando me hablas!! Ni siquiera guapos de: Si tú quisieras y yo pudiera y tu mujer no se fuera a enterar…Sino guapos de: Sí, fulanito es mono, menganito tiene una buena espalda, zutanito es atractivo, tarzanito es interesante. Guapos de: no seeeeeeee, igual una noche toooonta, con dos cubatas de más, poca luz en el garito, rincón tranquilo y si tengo el día zumbador, a lo mejor le dejo que me de un par de lametones en la yugular, pero no Guapos de: ¿Marido? ¿Qué marido? Para ti no tengo ni marido, ni vergüenza ni remordimientos!!!!

Aclarado queda. Dicho esto, ¿Qué % son 4 de 30? Poco más del 13%. Si al menos fueran de los Polveabilísimos, aún daría gracias por el porcentaje, pero sólo son chicos majos que aunque no me harían girar la cabeza por la calle, sí te pueden llegar a alegrar la vista en un momento dado.
En medio existe un pequeño grupo de 4 o 5 tíos transparentes en la zona gris, la tierra de nadie. Otro 13%.
Y por ultimo están los ORCOS. Son una recua, un enjambre, una manada, un banco de atunes! Bellísimas personas, excelentes profesionales, pero FEOS DE COJONES. Si se los cruzara Sauron los fichaba para su guardia personal. Laputa! Y son el 74% restante!!!
Los hay de todo pelaje y condición. Desde el tirillas enano gafotas (con dos carreras, eso sí, pero yo no lo tocaba ni con un palo) hasta el obeso mórbido, que es un cachondo mental, pero me quedo en una isla desierta con él y me abro la cabeza contra un cocotero chillando ¡¡¡Porquéeeeeeeeeee!!!! Montones de calvos barrigones y bajitos por todas partes, y algún que otro rarito de pelo caspograsiento cuya razón de ser es atestiguar que los empollones son impolveables.
Eso sí, a nivel intelectual disfruto como una gorrina. Casi todos saben un huevo de su especialidad y mola trabajar con ellos, aunque si los miro a los ojos más de 10 minutos tengo que ponerme gotas el resto del día porque se me reseca la córnea.
Y lo que es más incongruente de todo es que la mayoría están casados y con hijos. ¡¡En serio!! Alguna tía ha dejado que se la met…¡Vale, ya, déjalo!

Vamos, que o mucho cambian las cosas, o allí sólo voy a poder ir a trabajar.

Recuerdo una entrevista de trabajo que pasé hace años en la que el tío que me entrevistaba, que estaba destinado a ser mi jefe directo si conseguía el puesto, estaba buenísimo. Un morenazo impresionante con pinta de tener la Harley en el parking de la oficina. Estaba tan bueno que no podía concentrarme en lo que me estaba preguntando ¡y era una entrevista de trabajo!! El angelito de mi hombro derecho me decía: ¡Mustang, por Dioss, sé profesional y contesta algo más que risitas tontas!!! Y el diablo de mi hombro izquierdo me decía: ¡¡Consigue el puestooooooo, japutaaaa!!! Hazle lo que sea pero consíguelo, o primero lo consigues y luego le haces de todo!!!! Al final la cosa quedó entre otra chica y una servidora, más entrevistas y pruebas de aptitud y tal, pero al parecer el tío bueno era tan superficial como yo, porque acabó contratando a la otra, que no sé si era mejor que yo para el puesto, pero sí sé, porque la vi, que estaba más buena. 

P.D. Ah, sí, se me olvidaba. 3 de los 4 guapos están en mi departamento. Algo es algo ; )