22.9.11

Qué zapatos no pueden faltar en tu armario

Una de moda, que hace mucho que no escribo nada.

Si bien es cierto que una mujer nunca tiene demasiados zapatos, no es menos cierto que (sobre todo en períodos de crisis) debemos ajustarnos el cinturón y no comprar a tontas y a locas a lo Carrie Bradshaw cualquier zapato espectacular que nos haga ojitos desde un escaparate.

A mi me chiflan los zapatos, sobre todo los taconazos. No es este el primer post que escribo sobre ellos y tengo mis caprichitos y mis tesoros guardados en sus cajas originales, y los cuido como oro en paño porque me han de durar eternamente. Es más, tengo reservado un espacio de honor en mi armario para el día en que pueda comprarme unos salones negros de Loubutin.

Y ahí es a lo que voy. No he dicho “unos Loubutin” sino “unos salones negros” de Loubutin.This is the question. Ya que te gastas una pasta indecente en unos zapatos, al menos elige un modelo que puedas ponerte con el 90% de tu vestuario.

Si no tienes mucha pasta, mejor 2 pares bien elegidos que 4 malos. En serio. Lo peor que les puedes hacer a tus pies es embutirlos todo el día en un zapato de plástico imitando piel, mal cosido y de tacón vertiginoso. En 2 horas, ampollas, en 2 semanas, callos, y en 2 meses, juanetes.

Básicamente sólo necesitas 2 pares de zapatos de cada tipo. La aritmética es muy sencilla. Un par que combine con los colores fríos y otro par que combine con los cálidos. Así, una bota alta de piel negra para cuando vistas de negro, de gris, de rojo, de azul (aunque el azul complementa muy bien con el marrón en accesorios, piensa en la combinación vaquero + cámel) de plata, de blanco, de morado, de amarillo. Del mismo modo, una bota alta de piel marrón oscuro o cámel para cuando vistas de beige, de marrón en cualquiera de sus derivados, de verde, de naranja (ojo, cuando no sean muy fluor, si son colores estridentes, mejor el negro)

Y así vamos alternando esta pareja según cambie la estación. Lo básico, ya que estamos hablando de ahorrar serían…

Para verano: unas sandalias planas, unas cuñas tipo peep toe que pueden ser las negras con cuña de esparto y las marrones con tacón de madera, por ejemplo.

Para invierno: unas botas altas de tacón no muy fino, por ejemplo, unas con plataforma y más tacón y las otras algo más elegantes y moderadas, y así tienes cubierto el ir de fiesta y el ir de formal.

Para todo el año: un zapato con un tacón que te resulte cómodo. Mejor cerrado por delante porque así te lo puedes poner con o sin medias. A mi personalmente me chiflan los tipo mocasín marrones y el clásico salón negro (el que algún día me pienso comprar de Loubutin, ese) Con estos vas a donde quieras, y quedan igual de bien con vaqueros, con falda, con pantalones de tela, con vestido. Una variante de estos es el zapato-botín, que también queda genial con lo que lo combines, pero acorta visualmente la pierna, así que no es recomendable para bajitas o tobillos anchos.

Otras posibles adquisiciones: Bailarinas. A mi no me gustan nada, no puedo ir tan plana, pero reconozco que quedan muy bien y pegan con todo. Deportivas tipo Converse, si te va el estilo sport informal quedan muy chulas, sobre todo en un color llamativo. Y lo más ya son unos zapatos rojos. Cualquiera de los descritos en los apartados anteriores. Si quieres llamar la atención con tu look, zapatos y labios en rojo. No falla.

Un último consejo, siempre de piel y a ser posible hechos en España (tirando para casa, que estamos en crisis) Seguro que haces una buena inversión.

16.9.11

La democratización de la cultura

Imaginaos la estampa. Un partidazo de liga de los importantes, pantalla gigante en la plaza mayor, a rebosar de entusiastas seguidores vestidos con los colores de su equipo con espíritu festivo, y en medio del mogollón, sentada en una sillita, con cara de pocos amigos y gafas de pasta, aquí la nena leyendo jane Eyre y diciéndole a todo el mundo que se calle que no me dejan leer. Absurdo, ¿no?

Pues entonces ¿qué hacen una panda de sujetos que no han abierto un libro en su vida, que están ahí porque el paquete de la agencia incluía la entrada, que al único Miguel Angel que conocen es al del bar de su barrio, hablando por el móvil y mascando chicle con la boca abierta mientras se burlan de lo pequeña que la tiene el David, en la Gallería dell'Accademia en Florencia? Y ahí estoy yo, que adoro a Miguel Angel, que admiro su obra desde que era una niña, que he ahorrado durante un año para poder pagarme ese viaje para ver a David, que he reservado con mucha antelación las entradas para no quedarme sin ellas, que me tiemblan las piernas y se me humedecen los ojos al entrar en el espacio sagrado que le custodia, dispuesta a admirar sus desproporcionadas proporciones, su mirada fija y delirante, su espíritu indomable encerrado en mármol desde hace siglos y que seguirá intacto siglos después de que yo ya no esté…aguantando a esos tres neandertales que mejor estarían meando cerveza en una esquina de un campo de fútbol.

La democratización del arte, de la cultura, del turismo, me fastidia sobremanera. Creo que no todo el mundo debería poder ir a donde quisiera y campar a sus anchas por cualquier territorio por el simple hecho de querer hacerlo (que en muchos casos ni quieren, van porque novasairaFlorenciaynoveralDavid, hombreee) o de podérselo pagar. Sobre todo a los museos. Es un sinsentido. Los museos y los lugares sagrados (desde la catedral de Toledo hasta un glaciar en la Patagonia) deberían ser accesibles sólo para aquellos que los merezcan, que los entiendan, que los respeten. Estoy harta de ver colillas en castillos, pintadas en muros renacentistas y griterío en frente de un Boticelli.

Si a cualquier garito de tres al cuarto no te dejan entrar con la excusa de no llevar el calzado adecuado, quiero que pongan un profesor de arte en la puerta de los museos para que haga una criba de incultos, maleducados e insensibles. He dicho.

12.9.11

Un joven y hermoso guerrero


Que putada. Qué perra es la vida a veces. ¿Qué había hecho él para merecer eso?

Me acabo de enterar de que después de 18 meses luchando contra un cáncer, al final ha muerto a los 39 años el actor Galés afincado en Australia Andy Whitfield, uno de mis Hombres favoritos. Protagonista de la primera temporada de Spartacus Blood and Sand y protagonista también de muchas de mis fantasías desde hace un par de años cuando descubrí la serie, me enfrenté por primera vez a esos ojos infinitamente azules que lo mismo son duros y despiadados como tiernos y vivarachos y me quedé alucinada.

Me encanta su cara, modelada a golpe de cincel, angulosa, varonil sin ser salvaje, felina. Sus ojos rasgados y hundidos, penetrantes, sinceros, de héroe peligroso pero honrado. Su cuerpo delgado pero fibroso, sin un ápice de grasa, musculado como los de las estatuas griegas, y su voz, profunda y grave, casi demasiado ronca para un cuerpo tan ágil.

Mira que me ponen toneladas de hombres, pero con este chico me saltó desde el principio una chispa especial. Me deja boba cada vez que lo veo en pantalla. He revisado docenas de veces capítulos sueltos de Spartacus sólo para ver determinada escena, sólo para verlo moverse, sonreir, luchar, follar. Diosss. Es un ángel, un ángel con espada o pistola, como en la única película que llegó a protagonizar, Gabriel, una peli de terror Australiana de 2008, que no llegó a estrenarse en España y en la que interpreta a un vengativo Arcángel San Gabriel.

Qué putada. Justo ahora que por fin su carrera despegaba, que se había hecho con el papel protagonista de una serie de éxito, que su mujer lo apoyaba y lo quería, que todo empezaba a rodar…aparece el cáncer de mierda y se lo lleva por delante. No es justo. Que tu jefe te abronque sin motivo es una lata, que haya atasco es una mierda, pero esto que le ha pasado a Andy, SÍ QUE NO ES JUSTO.

En palabras de su mujer Vashti, era un joven y hermoso guerrero. Sí que lo era, nena, y mil gracias por compartir un poco de su aura con nosotras. Descanse en paz.


5.9.11

Lo contrario al amor, o pon un bombero en tu cama

Llevo desde hace un par de semanas viendo mi ciudad forrada de carteles de la nueva película de Hugo Silva, Lo contrario al amor. No creo que vaya a verla, porque tiene pinta de ser lamentable, pero he visto el trailer y creo que cuando la editen en dvd sí le echaré un vistazo, a ser posible con una tableta de chocolate al lado para calmar mis instintos. Diosss, ¡como me ponen los bomberos! No puedo evitarlo. Es su halo de heroismo, unido al hecho de que para desempeñar su trabajo es necesario que estén en forma y que no sean de edad provecta. Y luego están los uniformes, que me pierden los uniformes, me aturden, me desarman, me envalentonan y recalientan. Bueno, aquí debo matizar, No todos los uniformes, el de cartero, o el de carnicero de Mercadona, pues no, para nada, pero los relacionados con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado…prácticamente todos. Especialmente los de diario, los de faena, los de entrar al trapo. Militares de todo rango y condición, de tierra, mar o aire, Guardias Civiles (que mira que tienen una profesión dura, difícil, mal pagada y desagradecida…estos encima de ponerme me caen bien, a pesar de las multas. Al final cuando tienes un problema gordo, ¿Quién viene a sacar las castañas del fuego? La Guardia Civil. Máximo respeto a la Benemérita). La Policía Nacional, esos especímenes gigantescos de las Unidades de Intervención Policial, que parece que los elijan por castings de lo buenísimos que están, que yo me quedo hasta le final en las manifestaciones sólo por verlos pasar y me dan ganas de gritarles algo para que me miren con esos ojos de acero bajo la visera de las gorras y se lleven la mano a la porra con actitud autoritaria. Sí, ven aquí, gigantón, que tu , yo y esa porra íbamos a hacer maravillas!!! Ja,ja,ja.

Pero mis favoritos de todas todas son los bomberos y la UME. La Unidad Militar de Emergencias. Los bomberos del ejército, vamos. Lo máximo, porque a estos se les suma todo lo anterior pero se les cambia el componente “mantener el órden” por “salvar vidas” y eso ya es lo más a la hora de hacer que una dama pierda las bragas nada más le digas a qué te dedicas. Conmigo al menos tiene muchas más posibilidades un bombero que un agente de bolsa o un notario, por mucho Mercedes que conduzcan.

Pues eso, que la peli en cuestión va de una afortunada que se lo monta con 3 bomberos, uno de los cuales es Hugo Silva pero los otros dos muchachotes no le andan a la zaga, y no sé que chorradas les pasan, porque yo me quedé en la parte de las combinaciones de cama (que queréis, es cine español, si no hay cama no hay peli, no todos pueden ser Amenabar) así que se me bloquearon las meninges al ver una escena en la que la protagonista, Adriana Ugarte, afortunada ella, se lo está montando con dos de ellos a la vez, uniforme incluido y entonces aparece el otro. ¡¡Cabronaaaaaaa!!!! Y encima te pagan por ello!!!! Y luego dicen que es duro ser actor….

Lo dicho, seguro que es una castaña de película, como todas esas comedietas de nos queremos pero no nos lo decimos porque somos muy modernos pero al final acabamos juntos como las parejas de toda la vida, pero voy a hacer un fotomontaje con el cartel poniendo mi careto en el lugar de la señorita Ugarte para ver aunque sólo sea en foto cómo quedaría yo en medio de un fregao semejante….Agotadita, seguro. Ja,ja,ja,ja.